En ese año, fue prestado al club de Keith Cheeseman, el nuevo propietario de un equipo de la Southern Football League (Liga de fútbol del Sur) que se encontraba en reestructuración, el Dunstable Town de Inglaterra. La temporada, muy irregular, acabó sin que el equipo consiguiera clasificarse para las eliminatorias de ascenso. Finalmente, el fondo árabe desistió del negocio con la siguientes declaraciones: «Tenemos que retirar nuestra oferta a nuestro pesar, aunque estábamos ilusionados de invertir en la ciudad y creemos que podríamos haber devuelto al club a su posición histórica».