De hecho, Pelé logró que la FIFA se uniera con Unicef para organizar la Copa del Mundo de 2002 en Corea y Japón para dedicarla a los niños, lo cual fue un rotundo éxito. También fue incluido en el Comité de Juego Limpio de la FIFA y Embajador de Buena Voluntad de la Unicef. En 1977 fue nombrado embajador de las Naciones Unidas y le fue entregada la condecoración de «Ciudadano del Mundo» por parte de la ONU.